WPO o Web Performance Optimization es la manera mediante la cual aceleramos la velocidad de carga de una página web con vistas a mejorar su posicionamiento.
Cuando optimizamos un sitio web debemos atender a una serie de puntos, como son la tecnología empleada para el diseño y desarrollo de la web, el lenguaje de programación o el servidor donde la alojamos. La velocidad de carga pasa a ser un componente crucial para la obtención de clientes potenciales y la conversión en ventas.
Tengamos presente que para el principal motor de búsqueda que existe y en el que centramos casi todos nuestros esfuerzos, Google, un retraso de 0,4 segundos supone una bajada de 0,59% en sus búsquedas por usuario. Por su parte, en Bing, una página que tarda dos segundos más en cargar supone una reducción de un 4,3% de ganancias. Finalmente, Amazon calcula que si sus páginas web tardan 0,1 segundos más en cargar, pierden un 1% de sus ingresos.
Y es que el Web Performance Optimization pasó a ser un elemento de suma importancia para Google en 2011, cuando confirmó que en su algoritmo de posicionamiento tenía en cuenta el WPO. Es de lógica pensar que si a un usuario le tarda mucho en cargar una página, acabe yéndose y, seguramente, lo haga para visitar alguna web de la competencia. Para no permitirnos perder clientes potenciales, es necesario que llevemos a cabo métodos para optimizar lo máximo posible la velocidad de carga de nuestra web.
Técnicas para un buen WPO
Una de las acciones recomendadas para optimizar nuestra web es reducir el número de conexiones HTTP, ya que los navegadores están preparados para descargar entre dos y cincos elementos a la vez. Para disminuir el número de peticiones podemos combinar varios archivos, como imágenes, y así ahorramos en conexiones.
También es importante la estructura interna de los archivos alojados en el servidor. Tendremos en cuenta aspectos como la correcta ubicación de ficheros CSS o .JS para evitar problemas en la velocidad de carga o incluso el bloqueo de la descarga.
Eliminaremos todos los contenidos innecesarios en nuestros ficheros, tales como comentarios en el código, espacio en blanco o elementos que se repiten en las propiedades CSS. Tras esto, es recomendable que reunamos todos los archivos del mismo tipo en uno solo, y así también conseguimos reducir el número de solicitudes HTTP.
Otro elemento capital es la imagen. Las imágenes están presentes en casi la totalidad de las páginas web y por esto debemos facilitar su descarga en la medida de lo posible. Esto varía en función del sector de la empresa a la que pertenece la web, pero por lo general optimizaremos el peso y tamaño de todos los recursos gráficos que empleemos.
Servidor y WPO
Aunque ignorado en muchos casos, la optimización del comportamiento del servidor es uno de los puntos que más debemos tener presentes. Antes de contratar un servidor concreto para alojar nuestro web, debemos asegurarnos de que este nos presta unos servicios mínimos para una correcta y óptima visualización de nuestra web. Hablamos, por ejemplo, de un servidor sin caídas y que disponga de RAM suficiente para evitar bloqueos.
Y en este mismo orden de cosas, podemos optimizar la conectividad usando CDN’s a lo largo de diferentes servidores. Este método consiste en hacer llamadas a diferentes servidores para formar todos los archivos de un sitio web, y así, en caso de bloqueo, el navegador continúa sirviendo información. También tenemos la posibilidad de distribuirlo geográficamente de manera que nuestra web capta información de un servidor otro en función de la IP.